Es muy común que un usuario casual de internet no sea consciente de la cantidad de información que existe en el ciberespacio sobre su persona hasta que realiza una búsqueda. Al observar la cantidad de información que existe en línea a partir de tu huella digital puedes llegar a pensar “no quiero aparecer en Google”. Ventajosamente, existen diversas formas de reducir esta sombra informativa de las redes.
En el caso de decidir que no quiero aparecer en Google, el primer paso es examinar el alcance de mi huella o rastro digital. El rastro digital es el conjunto de toda la información de mis movimientos, búsquedas, navegación, acciones, comunicaciones y más realizados en internet, y es fundamental estar consciente de la extensión de este tramo de datos si se desea controlar y reducir a futuro.
Si no quiero aparecer en Google, ¿Cómo estoy dejando mi rastro en internet?
¿Alguna vez has intentado buscar toda la información asociada a tu nombre en internet? ¿Te sorprende todo lo que has conseguido? Si ahora no quiero aparecer en Google, el primer paso a tomar es examinar toda la información y datos personales que existen difundidos en el ciberespacio.
Lo que se conoce como rastro o huella digital hace referencia a la evidencia de las interacciones de un usuario individual durante su navegación en línea. Estas interacciones pueden ser movimientos, comunicaciones, búsqueda de información, uso de dispositivos, actividades, contribuciones, y otras manifestaciones. Es información recopilada con el objetivo de identificación, singularización y seguimiento del internauta. El usuario objetivo puede ser una persona, negocio, organización o corporación.
Asimismo, el rastro en internet se divide en dos tipos según la naturaleza de su recopilación. En el caso de ser una recopilación activa, son creadas cuando un usuario proactivamente divulga sus datos personales como en formularios webs o servicios de redes sociales. Por otro lado, la huella pasiva es toda la información recopilada sin el conocimiento del propietario. En estas últimas se puede rastrear la dirección IP del propietario, cuándo y dónde se creó, y otros componentes identificativos.
La visibilidad de este rastro varía según las aplicaciones empleadas, y finalmente son compartidas o vendidas a terceros. A pesar de que no quiero aparecer en Google debo considerar que dicha información que se visualiza en los resultados de búsqueda solo son un porcentaje del total que existe dentro de la huella digital. No solo Google, sino también las redes sociales y plataformas digitales son captadoras de información: los intereses del usuario, hábitos de compra, lugar donde trabajan, donde viven, vínculos familiares y amistades, lugares que frecuentan y más.
Con la evolución del internet y las nuevas tecnologías, se expande el alcance de los derechos de protección de datos y de propiedad de los usuarios. A pesar de que la huella o rastro digital no funciona como un identificador digital, esta información recopilada impacta en la privacidad, seguridad y reputación online del usuario en las redes.
En muchos casos, si no quiero aparecer en Google me encuentro amparado bajo los derechos digitales de protección, como el ARCO o el derecho al olvido. Es un tema de gran consideración tomando en cuenta que las empresas encargadas del tratamiento de datos personales pueden estar usándolos de forma investigativa o vendiéndolos a terceros para ello. La huella digital les permite a las grandes empresas estudiar las actividades de los usuarios y así crear perfiles digitales de consumidores digitales y conocer los productos más demandados, hábitos de compras y gustos de estos.
Si quiero desaparecer de Google debo estar consciente que es posible reducir mi huella digital, pero no eliminarla por completo. Existen diferentes maneras de proteger la privacidad que una persona puede tener en línea, como configurar la extensión de la información que desea almacenar o gestionar el control de la actividad en redes. De igual forma, la manera más directa es eliminando todos los datos de navegación y de servicios de Google, como Gmail y Google My Business, en los que se haya dado de alta el usuario.
¿Hay formas de retirar contenido de Google?
Después de recopilar y ubicar la información personal que aparece en Google que se desea eliminar, se pasa ahora a escoger la mejor manera para hacerlo. Cabe acotar que, si deseo desaparecer de Google, ahora debo considerar dos veces si vale la pena publicar ese extracto de información o imagen a las redes sociales u otros sitios. Uno de los primeros resultados en Google que aparece en la búsqueda a partir del nombre son publicaciones en redes sociales.
Por otro lado, una opción más directa e invasiva es solicitar a Google la baja de la información. Dependiendo de la naturaleza del problema, Google presenta diferentes soluciones y te informará de las políticas de eliminación de contenido. Este formulario fue establecido en diversos servicios de tratamientos de datos a partir de la creación del derecho al olvido, una legislación para que los ciudadanos europeos tengan la opción de solicitar la supresión de enlaces con información íntima, dañina o desactualizada sobre ellos.
En el caso de que Google no apruebe dar de baja a la información señalada debido a que es considerada de interés público, el usuario puede contactar directamente con el webmaster o propietario del sitio web que la contiene. Es válido contactar con el creador del contenido fuente y negociar con él la baja o modificación de la información pertinente.
Usualmente, el propietario de la página web puede no dar respuesta alguna al usuario interesado, sea porque la web ya no se encuentra activamente gestionada o porque no lo desee. Otra opción que tiende a ser un poco más larga y complicada de trabajar es crear contenido positivo sobre la persona para contrarrestar la antigua, sobre todo si es una persona de interés público, un negocio o marca, o una organización. Respondiendo a comentarios de otros usuarios o publicando contenido de calidad, se puede disminuir la visibilidad en los resultados de búsqueda.
En la actualidad, es muy común considerar “quiero desaparecer de Google” a raíz de la falta de privacidad nacida de la expansión del servicio de Google y de las redes sociales. El usuario posee diversas formas de reducir su huella digital según sea su caso. No obstante, si el interesado no posee el tiempo o los recursos para llevar a cabo estos procesos, puede optar por contratar a los expertos en gestión de reputación digital y eliminación de contenido web. Estas agencias eliminan, modifican y desindexan información negativa o datos personales monitorizados en las redes con sus tecnologías.