En el territorio europeo se ha instaurado una ley de protección y supresión de información digital para todos los internautas a toda escala llamada derecho al olvido. En 2014, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea pasó públicamente una sentencia estableciendo el tratamiento de datos por parte de los motores de búsqueda bajo la gestión de las normas de protección de datos. Es decir, todo usuario del internet bajo ciertas condiciones tiene derecho a solicitar la supresión de su información de los resultados en internet.
La mayoría de los internautas en algún momento habrán tenido la necesidad de querer eliminar ciertos datos sensibles que se han escapado al internet, y ahora tienen una legislación que los respalda para hacerlo. Cabe destacar que existen algunas diferencias puntuales entre el derecho al olvido y el derecho de supresión. Por un lado, el derecho de supresión consta como la solicitud para cancelar los datos expuestos dentro o fuera del internet. Mientras que el derecho al olvido puede tomarse como la manifestación digital del derecho de supresión en los motores de búsqueda.
¿Qué es el derecho al olvido en internet?
La nueva ley que busca garantizar los derechos digitales de todos los ciudadanos se llama derecho al olvido, y se encuentra establecida en el artículo 18.4 de la Constitución Española. El objetivo de crear esta ley fue proporcionar una mayor protección y control de datos personales, y a su vez otorgarle al usuario la elección de hacer desaparecer sus datos de la red.
El interesado en ejercer su derecho al olvido posee un requisito fundamental a cumplir: demostrar legítimamente que se trata de la persona identificada en la publicación. De la misma forma, el interesado o el afectado debe demostrar que en realidad esa publicación esta violando su derecho a la privacidad o dañando su imagen personal.
Asimismo, existen otros decretos que respaldan el derecho al olvido. El derecho de supresión, establecido en el artículo 15 de la LOPDGDD, podría considerarse como el catalizador del derecho al olvido. El derecho de supresión se trata de la solicitud que realiza el interesado para dar de baja a sus datos personales, por ejemplo, al responsable del sitio web donde se presenta. La razón válida para esta cancelación puede ser información inexacta, desactualizada, incompleta o innecesaria para los fines de publicación.
Subsecuentemente, el ejercicio del derecho al olvido se representa alegando al buscador de internet que sus resultados son inexactos o irrelevantes en la perspectiva del interés del público, con la finalidad de la eliminación de estos. Cabe acotar que esta supresión de datos es únicamente para los resultados de búsqueda, por lo que la información origen no será dada de baja de la página web por esta metodología. Para este segundo procedimiento se ejerce el derecho de supresión.
Otra diferencia fundamental recae en que el derecho al olvido puede ejercerse únicamente en el ámbito digital, mientras que el derecho a la supresión implica la cancelación de información o datos personales en tanto medios digitales como físicos. El derecho al olvido conglomera la eliminación o desindexación de información dentro de enlaces o resultados de búsqueda.
Excepciones y límites del derecho al olvido
El derecho al olvido implica la eliminación de información sensible que atente en contra de nuestro derecho al honor, de la intimidad y la propia imagen del usuario. Así como cuenta con prevalencia sobre el interés económico del buscador y del interés del público. Sin embargo, este derecho cuenta con ciertas normas y limitaciones de casos.
El derecho al olvido RGPD cuenta con ciertas excepciones a la hora de ser aplicada, como cualquier otra ley o decreto. Específicamente, los principales casos en que se puede obstaculizar la cancelación de los datos personales son cuando atentan en contra de la garantía de la libertad de expresión e información de los usuarios. Es decir, en casos en que la información atendida por el derecho al olvido sea un caso de interés público o sean investigaciones científicas, históricas o estadísticas se puede abstener a aplicar el derecho.
De la misma manera, si la información se encuentra compuesta dentro del ejercicio y defensa de reclamaciones válidas, sea necesaria para cumplimentar obligaciones legales o para el ejercicio de otros derechos por el responsable del tratamiento, el derecho al olvido no podrá ser ejecutado. En estos casos será necesaria la realización de una ponderación entre los intereses y los derechos en conflicto.
Impacto del derecho al olvido sobre Google
Al ser uno de los motores de búsqueda más utilizado a nivel mundial, Google cuenta como la plataforma con mayor tráfico de solicitudes de derecho de supresión y derecho al olvido. A raíz de una sentencia dada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, la actividad realizada en las plataformas como Google o Yahoo se califican como el tratamiento de datos personales, convirtiéndolos en responsables del tratamiento.
Este tipo de excepción se debe debido a la naturaleza del trabajo de los motores de búsqueda. A partir de que los motores de búsqueda recogen la información o los datos personales de terceros, llevan a cabo automáticamente esa indexación, se almacena y luego es puesta a disposición del publico es que son los responsables del proceso. Subsecuentemente, los interesados pueden aplicar el derecho de supresión y derecho al olvido mediante los formularios de las propias plataformas.
Si el internauta decide ejercer el derecho al olvido RGPD eliminar información sensible de sí mismo de los resultados de búsqueda de motores como Google puede acudir directamente al formulario de baja de la plataforma o ponerse en contacto directo con el propietario de la página web. No obstante, cabe resaltar que Google luego de revisar la solicitud se guarda el derecho a rechazarla.
El derecho al olvido en las redes sociales
Al igual que se le puede aplicar una petición del derecho al olvido a los motores de búsqueda, las leyes de protección de datos respaldan el derecho de cualquier ciudadano de apelar a que las plataformas de redes sociales no incluyan información personal inexacta, inadecuada, excesiva o no pertinentes a los fines. Por lo mismo, al igual que los motores de búsqueda, las redes sociales deben contener un procedimiento sencillo para que los usuarios puedan ejercer su derecho al olvido.
Por lo general dentro de las opciones de configuración de seguridad y privacidad de las redes sociales, el procedimiento es similar. Comenzando por la gestión de la información básica del perfil, configurar los ajustes de privacidad e informar de la forma más inmediata posible acerca de brechas de seguridad ante irrespetos de la intimidad del afectado.
Posteriormente a la tramitación del formulario del derecho al olvido, la plataforma social analizará y estimará el perfil amenazante. Si se cumplen los requisitos de ilegalidad, se borrará el contenido. Cabe acotar que a pesar de ser eliminada de la red social, esta información aún podría verse reflejada en los resultados del motor de búsqueda. En este caso tendrá que iniciarse un proceso de derecho al olvido con esta empresa.
¿Cómo puedo ejercer mi derecho al olvido en internet?
Previamente a comenzar el proceso para ejercer su derecho al olvido, es fundamental conocer ante cuáles entes se puede solicitar. Este derecho puede ejercerse tanto ante la Agencia Española de Protección de Datos como ante el ente responsable del tratamiento de datos personales del interesado, por ejemplo, los motores de búsqueda. El derecho al olvido RGPD promueve la difusión a todos los ciudadanos internautas la información exacta acerca de cómo pueden ejercitar este derecho.
La razón por la cual existen dos representantes diferentes a los cuales se puede solicitar el derecho al olvido es debido a que los motores de búsqueda poseen diferentes procesos de tratamiento de datos que los editores originales, así como legitimaciones diferentes. A su vez, el impacto que este proceso posee sobre la privacidad de los usuarios también se encuentra en niveles distintos.
Los casos más comunes en donde ser logra ejercer el derecho al olvido de forma eficaz es cuando la solicitud es atendida por el motor de búsqueda. A diferencia de la posibilidad de ser atendida por el editor de la información. Cuando los datos personales son tratados y difundidos por el motor de búsqueda poseen un alcance más universal. Paralelamente, se agregan otras fuentes informativas sobre el individuo al realizar la búsqueda por su nombre o el nombre de una empresa cooperativa.
Al ejercer el derecho al olvido RGPD sobre los motores de búsqueda, como Google o Bing, el enlace en cuestión desaparecerá de los resultados obtenidos en las búsquedas por el nombre del interesado. No obstante, esto no implica la supresión de la fuente original ni de los índices del buscador. La plataforma de búsqueda se guarda el derecho a rechazar la solicitud del interesado si la información aún se considera relevante para el interés público. En caso de rechazo, el interesado puede apelar su derecho al olvido con la Agencia Española de Protección de Datos.
Obligaciones del derecho al olvido RGPD
El derecho a suprimir la difusión de información sensible en las redes por parte de un interesado sigue una serie de lineamientos y circunstancias especificas para poder ser ejercido. Según la RGPD, la petición del interesado por su derecho al olvido debe ser procesada y ponderada en caso de que los datos personales dejen de ser relevantes al ojo público o para los fines que fueron tratados, que se retire el consentimiento del usuario.
Por otro lado, si el usuario interesado desde un inicio se ha opuesto al tratamiento de los datos, no existan otros motivos legítimos para guardar dicha información o los mismos hayan sido tratados de manera ilícita, el derecho al olvido puede ejercitarse en dirección a la supresión por cumplimiento de una obligación legal establecida en el Derecho de la Unión Europea.
De esta forma, las empresas encargadas del tratamiento de datos deben salvaguardar la responsabilidad proactiva hacia el derecho al olvido de los interesados. Es fundamental garantizar la seguridad, la gestión y el control por sobre los datos personales o sensibles de los usuarios. A raíz de ello, el primer paso que debe cumplimentar una empresa hacia el tratamiento de datos es solicitar el consentimiento expreso de los usuarios.
La transparencia de los procesos y servicios dados por la empresa de tratamiento de datos es otro peldaño que respetar. Es muy común durante las peticiones de derecho al olvido o posterior a la supresión de los datos de los interesados que dicha información en realidad no fue eliminada y esta siendo mantenida de forma oculta, o ha sido vendida a tercera con fines lucrativos. Inclusive en el caso de que los datos de la empresa hayan sido robados, es responsabilidad de ellos dar el aviso con la mayor antelación posible.
¿El interesado puede solicitar acceso a sus datos de la empresa?
En el caso de que el interesado por ejercer su derecho al olvido desee obtener su información personal previo a la solicitud, este puede hacer una petición a la empresa. Al presentar una solicitud de acceso de datos personales, la empresa debe facilitar al usuario interesado la información completa que disponga sobre este en un formato claro y entendible, por medio escrito o por correo electrónico.
Este tipo de solicitudes, al igual que al ejercer el derecho al olvido, no son procesadas de forma inmediata. En estos casos el tiempo de la resolución de la petición puede variar según la complejidad de la solicitud o que se trate de varios usuarios. Generalmente, el tiempo de espera es de un mes, no obstante, en circunstancias de retraso debe informarse al interesado de los motivos de este.
El usuario interesado se encuentra en su derecho de ingresar la solicitud de acceso de datos cuantas veces este lo desee. En caso de que la empresa niegue la petición, la misma debe informar al usuario los motivos del rechazo y ofrecer la opción de apelar a la Agencia. En casos extremos donde exista una sobrecarga de solicitudes repetitivas, infundadas o que la empresa dude de la identidad del interesado, la empresa se encuentra en su derecho de no responder más a dicho caso.
No obstante, cabe acotar a las empresas encargadas que en el caso de que la solicitud de derecho al olvido sea legitima y se decide no acatarla, recaería en infracciones de carácter grave. Las multas por incumplimiento del derecho al olvido a los ciudadanos por parte de las empresas responsables pueden llegar hasta los 20 millones de euros o como máximo el 4% del volumen de negocio global anual del ejercicio anterior. A su vez, el derecho al olvido RGPD respalda a la Agencia a la obligación al responsable a atender las solicitudes de ejercicio del derecho del interesado.